8 ago 2011

un mes para recordar

Mes de vacaciones, con algunos planes hechos que luego se han visto abandonados por cambios que no se podían prever.


Por la mañana saldríamos para la playa, la maleta estaba preparada, todo listo y recogido para meternos en el coche después de una ducha y coger la carretera. Esa misma noche volví a tener un cólico biliar, el tercero en poco tiempo. Esta vez se complicó, el dolor no remitía del todo y empecé a tener fiebre.

Me ingresaron en la clínica después de hacerme las pruebas necesarias y al final terminé pasando por el quirófano para la extracción de mi perezosa vesícula con pedrusco incluido. Al poco ya estaba en casa para la recuperación y aquí sigo, esperando a que me quiten pronto los puntos y poderme retomar esos planes.

Hay veces en que planificar sirve de poco.