Sin cebolla, ni pimientos ni nada más que patatas, huevo y una pizca de sal.
1. Partimos las patatas en rodajitas finitas y no demasiado grandes. Las ponemos en remojo para que suelten el almidón.
2. Batimos los huevos y le añadimos una pizca de sal.
3. Las freimos bien escurridas en aceite bien caliente.
4. Una vez frititas, las sacamos del aceite escurriéndolas bien y las ponemos junto a los huevos batidos para que vayan empapándose.
5. Vertemos la mezcla en la sartén bien caliente con unas gotas de aceite. Dejamos que se dore el fondo.
6. Le damos la vuelta con la ayuda de un plato para ponerla del otro lado en la sartén y terminar de cocinarla.
7. ¡Lista!
pues ya la intentaré de nuevo, porque a que parece increíble ser tortillera y no saber hacerlas?? jajaj
ResponderEliminarMira… esto sí que lo he hecho… y más de una vez!! Jajajaa!!
ResponderEliminarEso sí, nunca pongo las patata en remojo después de pelarlas… tendré que probarlo a ver si así sale más buena.
Un besitooo
que buena pinta las albóndigas qué currado! lo mismo un fin de semana me pongo y todo. besos!
ResponderEliminarYo no me atrevo a hacerla, ni siquiera sé hacer una tortilla francesa... siempre acaba siendo huevos revueltos.
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